La insuficiencia venosa es una afectación en la cual las venas presentan problemas para retornar la sangre de las piernas al corazón, una consecuencia visible de ello es la aparición de las várices, arañas vasculares o telangiectasias, es decir pequeños vasos sanguíneos de color púrpura, violáceo o rojo más frecuentes en las piernas desde el tobillo hasta el muslo.

Este es un padecimiento en el cual las paredes de las venas están debilitadas y las válvulas dañadas es por eso que no mantienen un flujo sanguíneo correcto y permanecen llenas de sangre o formando coágulos que al ser notorios a través de la piel son comúnmente llamamos várices.

Los factores de riesgo para la insuficiencia venosa son:

• Edad
• Antecedentes familiares de esta afectación.
• Ser mujer (no es exclusivo del género, está muy relacionado con los niveles de la hormona progesterona)
• Antecedentes de trombosis venosa profunda en las piernas
• Obesidad
• Embarazo
• Permanecer sentado o de pié por mucho tiempo
• Estatura alta

Además de las várices o arañitas suelen presentarse algunos síntomas que las acompañan como: dolor intenso, pesadez, picazón y hormigueo, hinchazón en las piernas, enrojecimiento en piernas y tobillos, entre algunos otros cuando el padecimiento complica como engrosamiento y endurecimiento de la piel de las piernas y tobillos (lipodermatoesclerosis), úlceras y heridas lentas para sanar en esas áreas.

Lo más recomendable es acudir con un médico especialista, en este caso un Angiólogo, Flebólogo o Cirujano Cardiovascular, además de un examen físico puede recurrir a un ultrasonido para observar el flujo de sangre en las venas y descartar otros problemas de la zona.

El médico suele sugerir cuidados personales para ayudar a manejar la insuficiencia venosa y tratar de disminuir la aparición de nuevas várices y minimizar los síntomas, además de proponer uno de los tratamientos que se aplican para mejorar la apariencia y funcionalidad de las venas como la Escleroterapia.

El procedimiento consiste en inyectar en la vena del paciente una solución esclerosante, con una micro aguja; la solución provoca que la vena se cierre, su apariencia se va borrando con el tiempo y poco a poco desaparece, los vasos sanguíneos absorben el flujo de sangre de la vena colapsada.

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Lauromacrogol 400 – Aethoxylerol también ha sido aplicado exitosamente por Coloproctólogos para combatir hemorroides en primer grado y Gastroenterólogos para tratamiento de várices esofágicas.

Si presenta algo de estos padecimientos consulte a su médico para que determine el tratamiento adecuado y comente los beneficios de caminar, nadar o andar en bicicleta para ayudar a la circulación corporal, ya que de no ser tratada tiende a empeorar conforme pasa el tiempo.

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