Un trasplante es una intervención quirúrgica que permite la sustitución de un órgano enfermo por uno sano; siendo una alternativa, en algunos casos la única, de conservar la vida o mejorar la calidad de ella para aquellos pacientes con padecimientos cuya consecuencia es la insuficiencia irreversible algún órgano o la disfunción de algún tejido.

La persona que recibe los beneficios del trasplante se le denomina receptor, mientras que la persona de la cual procede el órgano o tejido se denomina como donador (en vida) o donante (cuando ha muerto).

En México, existen más de 400 hospitales entre públicos y privados que tienen el registro expedido por la Secretaría de Salud para llevar a cabo distintos tipos de trasplantes, contando para ello con las instalaciones adecuadas y el personal médico capacitado e identificado.

En el Sistema de Información del Centro Nacional de Trasplantes se tiene registro de que más de un 60% del total de las personas que requieren recibir un trasplantes necesitan un riñón y el 37% espera recibir una córnea.

¿Cómo se registra a quienes requieren de un trasplante? Cuando a un paciente ha sido diagnosticado como candidato a recibir un órgano o tejido, el médico tratante debe realizar el registro en la base de datos de la Institución de Salud donde es atendido; posteriormente esa información se integra al Sistema de Información del Centro Nacional de Trasplantes, que al mismo tiempo lleva también un registro de quienes se postulan como donantes, estableciendo controles que faciliten la oportunidad de realizar trasplantes siempre en el ejercicio de la transparencia.

Los trasplantes sólo pueden realizarse gracias a la solidaridad de aquellos que donan sus órganos de manera altruista y voluntaria, ya sea en vida o al morir.

¿Qué se puede donar?
Órganos: corazón, riñones, hígado, páncreas y pulmones.
Tejidos: médula ósea, córneas, piel, hueso, válvulas cardiacas, cartílago, tendones, arterias y venas.

¿Quiénes pueden donar? En vida, cualquier persona siendo mayor de edad puede donar un órgano o tejido que se regenere o que su función pueda ser compensada por el organismo. Los menores de edad únicamente pueden donar médula ósea con el consentimiento expreso de sus padres o representantes legales.

Después de la vida, se consideran potencialmente donadores a los mayores de 2 años, dependiendo como en todos los casos de la valoración que realicen los médicos y las causas de la muerte.

Si se pierde la vida por paro cardio-respiratorio sólo se pueden donar algunos tejidos, si la causa del deceso es por muerte encefálica se podrán donar órganos y tejidos.

Las personas con incapacidad mental no pueden donar a ninguna edad, ni en vida, ni después de ella.

¿Qué se tiene que hacer para ser donador? Informarse, aclarar dudas y después manifestarlo a través de la tarjeta de donación voluntaria de órganos y tejidos, se puede obtener a través de:

www.cenatra.gob.mx
Escribiendo a [email protected]
o llamando al 01 55 5487 9902 ext. 51438

Finalmente, no olvidar que la mejor forma de lograr el deseo de ser donador al morir es comunicándoselo a la familia, quien seguramente en esas circunstancias, tendrá la intensión de cumplir nuestra voluntad.

Con Información de Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA)

Mitos sobre la donación y trasplantes de órganos