Los primeros auxilios consisten en la atención inmediata que se le da a una persona enferma o lesionada en el lugar de los acontecimientos, antes de que llegue el personal capacitado y se haga cargo de la situación, o antes de ser trasladado a un centro asistencial u hospitalario.

Los primeros auxilios son limitados a los conocimientos de la persona que los aplica, el actuar de manera correcta y rápida al atender las emergencias más comunes ayuda en gran medida a su control y en su recuperación, pero no siempre damos el tratamiento adecuado principalmente por creencias arraigadas pero sin fundamentos médicos.

La Cruz Roja nos proporciona una guía de referencia rápida a todas las habilidades clave que necesitará para la atención en los primeros escenarios de ayuda.

Las heridas son lesiones que rompen la piel y que, dependiendo de su profundidad pueden dejar al descubierto músculos y huesos, ocasionando desde leves sangrados hasta abundantes hemorragias que pueden tener consecuencias fatales. ¿Qué hacer ante ésta situación?

En cortes pequeños, rasguños o raspones:

1. Lave sus manos con agua y jabón.
2. Tenga cuidado en no tener contacto con la sangre o usar guantes médicos de un sólo uso.
3. Si la herida está sucia, con tierra o arena, poner bajo el chorro de agua para lavarla, si es necesario aplicar jabón sólo en los alrededores.
4. Se seca con pequeños toques utilizando una gasa o trozo de tela limpia y sin pelusa, no utilice algodón o servilletas de papel pues se adhieren fácilmente a la herida dificultando su curación, cicatrización.
5. Si la sangre no se ha detenido, tomar otra gasa y aplicar presión sobre la herida hasta que deje de fluir.
6. Retirar la gasa o tela, si es necesario cubrir con un apósito para que absorba secreciones o evitar una infección.
7. Si la persona nunca ha sido vacunada, no recuerda cuando fue la última vez o fue hace más de 10 años, es recomendable acuda a vacunarse contra el Tétanos.

En cortes grandes o profundos:

1. Utilice guantes médicos de un sólo uso o una bolsa plástica limpia.
2. Se corta o se saca la ropa si es que la herida no está a la vista.
3. Si hay algo incrustado se debe evaluarse si debe ser retirado dependiendo de la zona o el tipo de objeto, pues con ello existen las probabilidades de que la hemorragia aumente, si es así, no lo retire y llame o traslade inmediatamente a los servicios de emergencia.
4. Si no se tiene nada incrustado, coloque inmediatamente sobre la herida varias gasas o compresa de tela sin pelusa que permita ejercer presión sobre la hemorragia durante varios minutos, si la lesión es en una extremidad debe elevarse.
5. Si la gasa o tela se empapan de sangre, no los retire debido a que los factores de coagulación de la sangre se concentran en la herida para detener la hemorragia, coloque más compresas sobre los primeros manteniendo la presión.
6. De no cesar la hemorragia continúe manteniendo la presión y acuda a una unidad hospitalaria.
7. Si la sangre cesó y no se observa necesidad de sutura puede limpiar la herida de los bordes hacia afuera con soluciones estériles como suero fisiológico y posteriormente colocar una vendoleta, gasa o apósito y fijar con vendas.

• Nunca aplique un torniquete -salvo que tenga los conocimientos profesionales necesarios- en esa zona se produce una disminución del flujo sanguíneo y existe un altísimo riesgo de necrosis y futura amputación de algún miembro.
• No aplique, por ningún motivo sal, café, estiércol, cebolla, etc. pueden causar infección en la herida generando tétanos o bien impedir se actúe eficazmente en caso de requerir sutura.
• No es recomendable aplicar medicamentos sin prescripción médica.

Información http://cruzrojamexicana.org.mx/
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